Una mujer y un hombre cuarenta años después
 
El día de su cumpleaños 59, Verónica amaneció muy temprano. Durmió a intervalos debido a que no cesaba de reparar en que se hallaba en el crepúsculo de la cincuentena y por la fiesta que llevaban días preparándole las amigas quienes, además, eran ex condiscípulas de su curso en la escuela secundaria básica. La última semana el chat de WhatsApp del grupo se había convertido en un hervidero de propuestas de platos a cocinar, o a llevar ya comprados, más bebidas y la música. ¡Ah, la música!: era imperdonable si no llevaban las canciones por las cuales desfallecían Verónica y casi todos: las baladas pop en inglés de las décadas del 60 al 90. Todo estaba garantizado. Pero a Verónica, por el WhatsApp, le habían prometido una sorpresa que para nada se filtró durante esos siete días. Grupo de estudiantes en una etapa de la Escuela al Campo. Foto tomada de internet. A las seis de la tarde, Verónica estaba sola en su casa. Su hija, más los dos nietos, decidieron dejar a la abuela a sus anchas en...
