La abuela en el nido*

Luego de treinta años de feliz matrimonio, Guillermo y Laura se hallaban en una dilatada crisis matrimonial como resultado de un cúmulo de realidades que se concentraban de manera absolutamente pugnaz. Todo se iniciaba en el síndrome del nido vacío: luego de que los dos hijos de ambos salieran del hogar. El primero decidió apostar por la emigración. El segundo contrajo matrimonio con su novia de más de dos años de relación de pareja, entre otras cosas porque, finalmente, con una casa heredada por la novia, no había razón para continuar viviendo en la de sus padres. El síndrome del nido vacío no es precisamente muy común en la Cuba de la segunda mitad del siglo XX y el primer cuarto del siglo XXI, porque como consecuencia del déficit tan agudo de fondo habitacional en todo el país, en las casas conviven tres y hasta cuatro generaciones de familia. Pero si las circunstancias propician la emancipación de los hijos, la consecuencia se dispara directamente en la relación de pareja que, a pa...